martes, 29 de mayo de 2007

Manual para nunca olvidar


1: Escuche música que haya marcado sus sentidos mientras estaba ahi. Hágalo suavamente, quizás extasiado bajo algun halo de incertidumbre. De a poco irá observando frente a Ud. las diapositivas de aquel pasado que osa en seguir deambulando frente a su rostro.


2:Duerma sintiendo que apreta algo tan fuerte que el frío no existe.Estire sus manos dandose cuenta de que la cama le queda bastante grande y que quizás deba cambiarla, o más aún, sintiendo que debe volver a llenar ese espacio.


3:Sientase un libre con cadenas, sumergido en la ignorancia del no saber qué hacer para asi saber qué hizo y qué tendrá que hacer. De a poco miles de palabras le recordarán tal persona.


4:Fume observando la pared, o algún objeto inerte (error de tipeo: "pared" es un objeto vivo, muchas cosas vió y escuchó. Debería ella atestiguar frente a su caso.), para así imaginar que el/ella está frente a Ud. disfrutando aquel momento. Escuche las palabras que le entrega, observe las sonrisas que planta sobre el objeto y sonría, ese fue un pasado lindo.


5: Camine por la calle e intente sentir el calor de su mano junto a la suya. Estreche el cielo y observelo, observe si es que de noche es cual es la estrella que le regaló, y si es que no lo hizo hágalo. Dígase a Ud. mismo: "que tonto es esto" y calle, pero sientase libre de pensar y darse cuenta que no lo es.


sábado, 26 de mayo de 2007

Veintiséis

Lo místico, por asi decirlo, está a la vuelta de la esquina. En cada movimiento, en cada acción podemos ver la magia de una realidad que va más allá del golpecito a la pared o a la superficie firme de tu escritorio. Desde algún paraje desconocido nos utilizan: somos parte de un gran juego al cual nunca fuimos invitados, pero en el cual somos entes importantísimos, tanto para el desarrollo como el posible final.


Yo me dí cuenta de esto hace ya tres años, y no es por tirar una fecha a diestra y siniestra: son tres años. Era una noche especial, se palpaba en el aire frio de aquel mes de Mayo. Una casa, en ese momento anónima, albergaba más de doscientas almas entre sus paredes. Yo, gratuitamente, me ubiqué entre ellas sin esperar nada a cambio. Muchos dias pasaron para notar lo que de verdad habia ocurrido: me regalaron compañia que nunca esperé, pero que siempre soñé en mis noches de ignorancia en aquellos años (las cuales sigo teniendo, por cierto). Aquella noche, por ejemplo, conocí a mi primera gran polola, la mujer que me enseñó a amar, que me enseñó lo que de verdad puede llegar a significar la palabra amor. Pero lo que trasciende mucho más es mi vida: esa noche, desde algún lugar ya mencionado pero desconocido, me pusieron en el tablero que yo quería, y que hasta el dia de hoy agradezco enormemente. Mi circulo, mi gente, hace ya tres años que nos reunimos en aquella morada y hoy, espero, volvemos a hacerlo. Me regalaron una sonrisa, muchas palabras de apoyo, unos cuantos oidos y unos cuantos hombros para caer si es necesario. Me regalaron esperanza, me regalaron magia, me regalaron conocimiento e ignorancia. Aquella noche me regalaron lo que más atesoro hoy: el saber que hay alguien ahí cuando lo necesite.

viernes, 25 de mayo de 2007

La mirada se nubla

Una densa neblina cubre la ciudad. Es de madrugada, y mucha gente debe de estar a punto de iniciar sus labores. Otros simplemente acaban su jornada acá, y de esos muy pocos saben sobre la noche que se viene encima, pronto, luego, se acerca y esta vez no dará tregua. Uno de ellos ya se alistó e intentó persuadir a su mujer para que esté con él cuando el veintiseis caiga sobre sus cabezas, pero ella desistió. No cree, o no quiere creer. La mirada se nubla cuando se trata de creer en lo que no manejamos, en el plan maestro que cada uno tiene por delante, en el deux ex machina que se alza sobre lo que vivimos dia a dia...
Enciendo un cigarrillo, el último de mi día, el cual fue bastante normal. Conversamos un poco, pero todo en vano. No hay vuelta atrás, y de verdad siento que será más difícil de lo que pensé retomar el camino que empecé con ella. El no sentir esa compañia a tu lado hace más arduo el andar, el saber que la cama te queda grande solo insta al no querer recostarse sobre ella. Parece hostil, como nunca la habias visto antes. Observo a mi negativo gritándome que lo ayude, que vuelva a sonreir como solía hacerlo, que vuelva a jugar como solía. Yo solo callo y observo por la ventana. Una densa neblina cubre la ciudad, y creo que ya lleva ahí más de lo que quiero.

El nuevo proyecto

Soy de los que siempre saca ideas y las traspasa a los medios que más le acomodan, aunque muchas veces los recursos no vayan de la mano. Uno que otro pensamiento se torna un texto, muchos más, imágenes, muchas imágenes, muchas más imágenes dentro de una cabeza que luego se plasman en otras, y así. Y me encuentro trabajando en uno que me tiene bastante entusiasmado, no por lo original, sino por el contexto y todo lo que ya ha causado con tan solo el comienzo. Es la historia de un grupo de personas que se ve envuelta en una situación que, afortunadamente, no estaban esperando. Dios no juega a los dados, dijeron por ahi una vez, y eso se aplica aquí y en la picá del ají. Está Sofia, mujer fatal que juega a lo que ella sabe. También está el Punto, quien dibuja sonrisas sobre hojas húmedas en lágrimas. Está el Rod (aunque ese nombre se cambiará, tarde o temprano), quien sobre su estilo de vida intenta escribir el de los demás. Está también la Lola, una de esas que nunca te gustaría encontrarte volando bajo. A veces aparece Damián, un alter ego no muy saluble y correcto. De entre las letras aparece también la Florencia, esa niñita que siempre le pone el toque a toda situación, que con tan solo una frase puede darte vuelta el panorama. Está Santiago también, atormentado por sentimientos y sensaciones olvidadas. Está la Paz, quien desaparece por completo y vuelve a hacerlo cuando menos lo esperas, sea de la forma que sea.

Es eso lo que forma mi nuevo proyecto, mis nuevas ganas de hacer cosas. He de esperar este 26, así se podrá escribir un poquito más, la materia prima fluirá como nunca esa noche, y he de esperar que así sea, por el bien de Santiago y sus gente.

Unos panes con mantequilla

Un mordisco trás otro, Homero que intenta salirse con la suya y los marcianos que toman los cuerpos de gente no tan agradable. Un sorbo a la taza, creo que si calienta un poco mis entrañas. Aunque me gustaria que el pasado volviese a ser presente, y el calor de un abrazo fuese aquel sorbete de agua en medio de mi dormitorio, árido y tenebroso desierto desde que ya no está... Sé que debo seguir, por más que quiera desviar los temas y hacerte parecer como la que me hace falta no puedo, yo soy el que no está acá, y volver a encontrarme es lo que tengo que hacer. I must do it, like everyone told me sometimes. He ahí la grandeza, he ahí la fortaleza. Es asi como Homero se sale con la suya, un mordisco trás otro, su estómago lleno y la cabeza que le da una y otra vuelta y le indica que debe dormir para volver a soñar con aquello que más quería.