lunes, 18 de mayo de 2009

Silencio

...Antes de moverme constaté lo que de verdad estaba ocurriendo: la tarde habia caído, y las huellas nuevamente comenzaban a dibujar lo que creyeron perdido en el silencio...



Observo mi reflejo, al parecer respondo bien ante el estímulo. Hace dias que la incertidumbre de mi mirada no hace más que repletarme de dudas, que me esmero en resolver mirando más allá de la apariencias. La sola idea de una revolución me llena de energias para salir y caminar. Deambulo entre matices y sombras, diseccionando las rutas de mis contrarios, encontrando así la única dirección. Despejo mi conciencia de pensamientos repetitivos, penetro el ahora y encuentro
un nombre, una puerta: el consecutivo efecto de la pulsación creativa. La distancia pasa a ser cosa de niños, desaparece ante el evidente goce que mi Espiritu comunica al Universo. Mis pasos desaparecen, floto sobre la dicha de encontrar no más que la esencia de esta emoción: la certeza de la realidad, jugadora experta en roces sin explicación...



Sigo observando, ya no es lo que solía. La diapositiva cambia, ahora es una sonrisa y un montón de palabras brotando. Gente en sus vehiculos adornando el paisaje, luces que dibujan siluetas sobre las paredes, y ya no existe más que su mirada y la mía. Me mezclo con todo lo existente, escribo silencios finitos, y por fortuna mi mano logra sacarme del ensimismamiento. Se agita compulsivamente, pero ella no parece notarlo. Comienza a soltar palabras del vacío, intenta acercarse a su compañera, desea palpar aquella superficie que repleta aquella sonrisa. Permanezco, suelto más palabras y apaciguo la sed que mis miembros comunican...



Cierro los ojos, aguardo el instante. Mantengo la calma, por más dificil que sea. El ímpetu por comunicar amenaza con sacarme de mis casillas, asi que opto por dejar de expresar. En el silencio, espero, podré moverme sin importar lo tarde que las huellas vuelvan a dibujar sobre el destino...

jueves, 14 de mayo de 2009

Esperanza

La arquitectura de este amor posee ángulos que ni la herramienta más aguda podría determinar. Los recovecos por los cuales el viento se cuela indican que el material es más bien especial, aunque el análisis es exhaustivo. Siempre está ahi el porqué de tal construcción, qué fue lo que motivo a que, sin saber cómo, los edificios del palpitar se erguieran omnipotentes y majestuosos ante los demás; de donde aparecieron las materias primas para cimentarlos siempre ha sido materia de discusión, y la respuesta es tan escasa como las ganas de demolerlos.
Se dice que al momento de trazar la última linea sobre el plano una hoja cayó desde la copa más alta de un árbol que reposaba sin preocupaciones. El arquitecto, sin saber porqué, recogió aquella hoja y la guardó entre sus libros y cada vez que debía consultar por algo la hoja estaba ahí, observándolo.
Con el pasar del tiempo las máquinas comenzaron a levantar los pilares, aunque el arquitecto notó que ni el hormigón armado más eficaz ni la tecnología más avanzada sostenerían aquello sin que cayese a los días de haberlo levantado. Pero no le importó, simplemente no le importó. Sólo siguió con sus labores sin temer a que se derrumbara, tal como aquella hoja sin temor se lanzó al vacio para poder descansar entre las memorias de un arquitecto ignorante que sin querer levantó frente a todos su mejor construcción.
Hoy dia muchos se preguntan como aquello aún no cae, como aquello no se derrumba pese a todo lo que ha ocurrido, todos esos silencios que han adornado las ventanas, todas esas lágrimas que han recorrido las paredes sin siquiera quitarles un poco de pintura; cómo dia a dia el revestimiento se hace más poderoso, más grueso, más evidente y da que hablar, da que pensar, da que sentir...


-Un poco de esperanza- dijo el arquitecto.


(2006)

lunes, 11 de mayo de 2009

Nacimiento

Estamos aqui reunidos para resolver solemnemente el dilema en cuestión. No es necesario pronunciar palabra alguna, simplemente dejaremos que la información penetre nuestras fibras, liberandonos del tiempo.


Aqui, ahora, acabo de emerger de entre el vacío que se transformó a si mismo en espacio. Soy un proceso, un cúmulo de decisiones andante, manufacturador de acertijos que voy resolviendo mientras dudo de las respuestas que van brotando. Espero, mantengo la calma. No hay prisa, solo una suave brisa que me tranquiliza. Despierto y siento mis limites, me doy cuenta que poseo forma y que me expando en direcciones insospechadas, aunque la esencia en cuestión sigue siendo la misma. Soy uno en eso, y con aquello; me fundo con el silencio y repleto los sentidos
con figuras danzantes, parezco lo que quiero ser, me pronuncio parte de esta realidad como creador de mi momento.

Aqui estoy, ahora mismo ya, construyéndome como un puzzle sin pistas, tentando a la superficie de esta ilusión que se aglutina sobre la retina. Al parecer no es necesaria la escapatoria, opción tras opción mi decisión es la decisión, la confirmación de que soy más de lo que aparento y que muy pocas veces he sabido aprovechar todo aquello que no sé de mi. Afortunadamente, la explosión creativa no sabe de fronteras ni destinos, y dentro del evidente climax deja caer la nota que hacia falta a esta partitura.



-¿Una coincidencia?
-Algo, alguien. Siempre existe algo detrás, la esencia de todo.
-Me interesa eso. Sabrás que estas locuras no paran.
-¿Quieres saber qué sigue?



Vuelvo al lugar donde todo comenzó, tacto al tacto, reflejo tras reflejo y la inquietud tras el ser me embarga, devolviendome el momento que creí perdido en la neblina, antes de que todo comenzara. Reconozco mi papel, las palabras son precisas y la muerte revoluciona la infinitud de universos dentro del mío.

Soy una historia que se escribe.

martes, 17 de marzo de 2009

La Espera

Inmerso en la espera alcancé a sentirme y a jugar con las emociones, utilizándolas para dar energía a la creación de aquello que en la espera y sin saberlo apareció para exhibirse ante mí como la prueba viva de que la Magia existe. Muchos hablan de ella como una simple fantasía escondida entre los tumultos de una infancia que muchos más de ellos, inmersos en la espera, solo recuerdan las diapositivas, las fotografías; observando en la inmensidad de la conciencia. Vivencias que no alcanzan a cristalizar, muchas veces baches, inmersos en la espera, la energía de la creación me muestra la viva esencia de la Magia y el aguardar no hace más que utilizarme como aprendiz en medio de la lucha; mirada contra mirada, el oxígeno se convierte en la manera de percibir su mundo, es lo que nos une en medio de la inmensidad de nuestra realidad, inmersos en la espera alcanzando lo que muchos, ellos, creen enterrado bajo las creencias ordinarias, sin cuestionamientos.

De un momento a otro todo parece cambiar, el estado de transformación vuelve a palpitar entre nosotros y los demás, ya no hay mucho que se pueda esperar, solo queda actuar y sentir, sentir y hablar, hablar y observar que los demás miran y alcanzan a sentir, inmersos en la espera, lo que tú y mi pecho demuestran al exterior. Sus vientres hablan por nuestras aventuras, por nuestros desafíos; prófugos seres en medio de esta danza de miradas y suspiros, un paisaje oscuro y arremolinado entre palabras y manos que se esfuerzan por querer asir más de lo que alguna vez han podido. Es el riesgo de vivir inmerso en la noche, plagado de fantasías infantiles que cobran fuerza y se convierten en silencio y materia, imaginación e infinito reflejados en los ojos que delatan los míos. Es la Magia de la realidad, la que construimos con nuestros gestos e impulsos, las que me hacen sentir y jugar con la creatividad, la que me hace confiar en lo desconocido como la múltiple fuente de la alegría más profunda y el nerviosismo más aterrador. Es la Magia disfrazada de error en medio de lo que creímos aciertos a primera vista, y es nuestra desconfianza la que muchas veces nos hace ser ciegos ante lo evidente. Ella no cerró lo ojos, al contrario: abrió su corazón para que yo pudiera plantar, en medio de la espera, la semilla de la emoción y gracias a aquel espacio he encontrado lo que la creación había obviado: la Magia de sentir que sabes que es correcto siempre y cuando exista un camino de por medio.


Inmerso en el movimiento actué de acuerdo a lo que sentí, comencé a jugar con el revoltijo que mis miembros comunicaban. Comprobé que la Magia existe, observando sus ojos llenos de fulgor y sintiendo sus labios unirse con los míos en aquella canción que todos esos silencios han gritado. Nariz contra nariz, todo deja de existir, no hay más que mi piel contra la suya, no existe más que el deseo de querer sentir más para seguir sabiendo que nada ha sido en vano, y que el horizonte se sigue viendo lejos, como un final que aún no amenaza con aparecer.

Lo que quieren que sepamos

Quieren que sepamos algo inevitable: las sombras no se mantienen por mucho al galope, se cansan e inservibles por el momento se deslizan a un rincón, evadiendo cualquier atisbo de atención que pudiésemos brindarles… La luz es tan intensa que es imposible dejar de seguirla, el deseo tan innegable, el miedo tan palpable... Porque es así: nos acostumbramos a eso, a que el regocijo entre la mierda maloliente de toda esa oscuridad que rodea nuestra conciencia es mejor, por lo menos en ese instante, y que la emoción del riesgo ante la ignorancia, el no saber si disfrutaremos del calor de la luz o nos quemaremos vivos ante ella, nos mantiene sufriendo por las vivencias que nunca quisimos y por los recuerdos que jamás esperamos guardar.


Es complicado, estamos creando nuestro ahora por lo que fuimos, lo que somos es lo que estamos siendo; aquellas sombras que no dejan ver con claridad todos esos colores que se arremolinan ante nuestros ojos los hacen parecer más esquivos que lo desconocido, mas temibles que el vacío entre tú anhelo de libertad y mis ganas de crecer... Pero déjame decirte algo, mujer. Déjame decirte algo que quieren que sepamos, porque las sombras descansan pero vuelven al ataque, muchas veces, muchas más, probándonos en cada instante para cerciorarnos de si las cosas están bien o no. Entre toda esa oscuridad existe esa chispa de luz que ilumina cada momento, él lo sabe muy bien, ellos dicen que todo esto es parte del juego, que el guión de la vida tiene partes muy sabrosas que es imposible dejar de disfrutar, por más oscuras y tristes que sean...


El hombre apaga el cigarrillo y sonríe tranquilamente, observando al público. El silencio parece abrazar a cada uno de los asistentes, haciéndolos sentir en casa, cómodamente acurrucados. Si alguna palabra imprecisa brotase del pecho de aquel hombre, el estruendo entre la gente no daría tregua a su corazón hirviendo en emoción.


-Yo estoy aquí, disponible para alterar todo lo que hayas vivido hasta el momento, al punto de remover cada pieza del engranaje y hacer que todo marche correctamente, como el cirujano de tus pesadillas, que con sus manos recrea esas sombras en colores centelleantes. Quiero escuchar tu respiración cantando con la mía una vez tras otra vez, llenando de vida cada rincón, haciendo de esa nuestra mejor canción. Lo de afuera no importa, es el reflejo de nuestro interior. Observa, no mires como solías, date cuenta de que todo está brillando, que ya todo se tiñe de magia e ilusión, que más allá de lo evidente hay una sonrisa que yace quieta esperando brotar, llena de vida y de intención, anhelando vivir, anhelando sentir, aguardando el momento sabiendo que nunca es tarde para volver a empezar...


Bueno, es verdad. Quieren que no tan solo sepamos que es inevitable, que las sombras se despiden de vez en cuando de nuestras vidas y por fin dan paso a la luz de nuestra presencia. Ellos quieren que seamos concientes de que es posible recrear el mejor de nuestros sueños, y disfrutarlo. Es lo más importante, lo más respetable. Las oportunidades vienen a nosotros como tienden a desaparecer. Hasta el momento ellos no hacen más que preguntarnos por qué nada permanece como era y nos esmeramos en mantenerlo tal cual. ¿Perderá su identidad? Ellos me dicen que es mejor confiar en descubrir algo nuevo, arriesgarnos y enfrentar lo desconocido dentro nuestro, que por mucho que no lo queramos es la Luz que existe en cada ser que existe, y que juntos podemos encontrar...


-Sonrisa, nada más gratificante que un ejemplo sobre lo que podemos llegar a experimentar en nuestro propio interior, ocupando de reflejo lo que tenemos en frente nuestro. Cada letra una energía borboteante que se mezcla para causar ahí dentro, donde muchos desconocemos e ignoramos lo que hay.

-¿Entonces volveremos a sonreír?

- Creo que ya lo estamos haciendo.

viernes, 23 de mayo de 2008

Ida y Vuelta

La niebla desapareció, y pude observar como el camino se asomaba. Mis pies comenzaron a dibujar sobre el tiempo, la luz de aquella vela era testigo y cómplice, más no pude dejar de evadirla. Se arremolinaba ante mí como una odalisca enfurecida por causas desconocidas, eróticamente meneaba sus límites haciendo que yo y mi camino quedásemos inmersos en la claridad de un posible paseo funesto, entre hojas secas y un poco de sudor. Le dirigí la mirada, concentrado en el ir y venir de su figura. Alcancé a sentir el propio calor de su esencia, y pude constatar que por más pequeño que sea el objeto igual posee una energía única, irremplazable, una parte de Dios. Me estremecí en sus brazos, volviendo a prestar atención al camino. No se burlaba, tampoco hacía gestos. Sentí que mucho quería decirme, pero no sentí escuchar. Me levanté de la mesa y encendí un cigarrillo.

-¿Qué piensas de eso? –dije señalando la inmensidad.
-El ir es el venir si observas lo que has hecho y juzgas lo cometido. Al caer volverás a levantarte, porque eres parte de Todo lo que Es. Detrás de ti, ahí donde no te atreves a mirar todo se quiebra y vuelve al orden antes de que lo pienses siquiera.

Di vuelta la cabeza, y pude observar como el camino desaparecía. Mis manos terminaron de anudar sobre el destino, su rostro era causa y consecuencia de la ilusión en mi interior. El presente se expandía en direcciones insospechadas, abriendo frente a mí una red de señales sobre el paisaje, retratando mis más alocadas fantasías.

-Todo esto ES real, ni siquiera debes dudarlo. El que no ocurra donde debería por lo que acostumbras no es factor para rechazar su existencia.



Me convertí en silencio y en un número infinito de posibilidades en el lenguaje, explotando en imaginación y creatividad más allá de la materia. No podía dejar de sentirme esa luz resplandeciente en medio de la habitación. De pronto, de lo alto, uno por uno comenzaron a caer ladrillos, convirtiéndome en prisionero de una ilusión. Sólo me despertó la colilla humeando entre mis dedos. Estaba con los ojos pegados en aquella vela que desde el fondo se despedía, mientras yo volvía a mirar y el techo se asomaba frente a mi dignidad, devolviéndome el cuerpo que por unos momentos pude dejar estacionado entre las frazadas de mi cama, esperando el retorno.

martes, 8 de abril de 2008

Presente (entre papeles un tanto olvidados)

Entre papeles un tanto olvidados pude volver a leer aquellas historias que formaron parte de mi presencia, en medio de este acto matemáticamente milagroso que muchos optan por llamar “vida”. Me permití recorrer cada una de mis células danzando al son de aquella melodía furiosa, a veces desconcertante, otras un tanto apagadas, deseando ser excitadas y llevadas al máximo de expresión. Sonreía de vez en cuando al recordar los porqués de aquellas palabras, las razones para tal diseño sobre el papel, la caligrafía, las notas aparte. Al final, y siendo sincero, nunca las olvidé, creí hacerlo porque ocultas estaban entre tanta maraña poética y fascinantemente verdadera. Era tiempo de saber encontrarlas en el momento preciso y en el lugar adecuado.

-Los años no pasan, somos nosotros los que pasamos sobre ellos. Incluso, ellos no existen, nosotros los creamos. Todo es ahora, todo ocurre en este preciso instante. Siempre.
-¿Cómo puedes estar tan seguro?
-Quizás porque es ahora cuando te veo y puedo observar lo que fuiste sin moverme de acá. Porque sigo acá, ¿no?... Tampoco debería decir “quizás”. No estoy dudando, es sólo una de las tantas configuraciones que nuestra mente posee. Ese atisbo de inseguridad reflejado en la materia, ese desprender del ego en pos de lucha por la supervivencia, por demostrar que aún sigue ahí, que el pensar como te enseñaron a pensar es la oferta que nunca aceptaste. No, no me mires así, de verdad.
-¿Cómo te estoy mirando?

No quiere decir nada, por eso calla. Si pudieras observarlos, mi amor. Si tan solo pudieras permanecer sin estar y sentir esta escena. Parece confundido, ella está presente y simplemente le roba la mirada. Pero no, no lo está.

El error no existe, sólo el miedo a cometerlo. Siempre es el miedo, y fue el miedo lo que desencadenó aquella historia que muchos cuentan. Vestía de negro y no dio aviso alguno, parecía que no estuviese pero cauteloso supo aguardar entre papeles un tanto olvidados.

-Es como si estuvieras acá dentro, más allá.
-¿Lo estoy? ¿Lo estuve? ¿Lo estaré? Estamos explotando hacia donde muchos no se atreven a llegar, nuestras acciones siguen rumbos insospechados y aquí estamos, sabiendo que no sabemos pero confiando en que será lo que queramos, lo que necesitemos, lo que nos guíe hacia donde debamos llegar.
-Nunca lo dudé, lo siento y lo sé. Estuvo en contra de todo lo que alguna vez parte formé. Grité y grité lo que más pude para así poder disfrutar de ese silencio dichoso que nos brinda nuestra mera respiración vibrando en lo más alto de nuestra conciencia. Quise desaparecer, para así volver a recolectar lo que atrás dejé alguna vez para volver a mirar como lo hice y lo vuelvo a hacer, y como vuelvo a estar sabiendo que por algo es. Sangré, lo sé, para así vislumbrar aquello que anhelaba, el cómo la vida recorría cada una de mis partes sabiendo que lo son y no, que forman un todo. Arriesgué y arriesgué, perdí y gané para recordar que simplemente es mejor dar antes que esperar.
-No debería sentirme a gusto en estos momentos, es extraño. Algo así como lo que escuché, algo como lo del presente infinito siempre explotando en todas direcciones, nosotros siguiendo una, la que creemos correcta. Siempre siendo la correcta. Aunque hayamos tomado malas decisiones, sé que viramos el rumbo si así lo deseamos: pero es el rumbo correcto. Es así como de a poco fui dándome cuenta que toda experiencia tiene mucho que decir, escribir…

Toc. Toc, toc, toc. Toc toc toc, toc toc.

No temas, todo estará bien. Ni yo creía que entre papeles un tanto olvidados podría experimentar ese vuelo loco sobre el colchón que tanto solía disfrutar, o esa caja de discordias que tanto tiempo entre sus paredes cautivo me tuvo. Ni idea tenia que a mi presente volverías a entrar, ya no como un personaje desconocido sino como protagonista de la tuya, si, la mejor de tus historias… Esos besos que te robé, oh hermoso acorde en esta preciosa melodía, aquellos besos que tanto temí y tanto anhelé. Los recuerdo, los siento tan bien como tus manos con las mías y esta hoja que recorre mis yemas, diciéndome que entre papeles un tanto olvidados te encontré sabiendo que te recordaba y que parte de este presente infinito volvía a ser el tuyo también.



Amén.