...Antes de moverme constaté lo que de verdad estaba ocurriendo: la tarde habia caído, y las huellas nuevamente comenzaban a dibujar lo que creyeron perdido en el silencio...
Observo mi reflejo, al parecer respondo bien ante el estímulo. Hace dias que la incertidumbre de mi mirada no hace más que repletarme de dudas, que me esmero en resolver mirando más allá de la apariencias. La sola idea de una revolución me llena de energias para salir y caminar. Deambulo entre matices y sombras, diseccionando las rutas de mis contrarios, encontrando así la única dirección. Despejo mi conciencia de pensamientos repetitivos, penetro el ahora y encuentro
un nombre, una puerta: el consecutivo efecto de la pulsación creativa. La distancia pasa a ser cosa de niños, desaparece ante el evidente goce que mi Espiritu comunica al Universo. Mis pasos desaparecen, floto sobre la dicha de encontrar no más que la esencia de esta emoción: la certeza de la realidad, jugadora experta en roces sin explicación...
Sigo observando, ya no es lo que solía. La diapositiva cambia, ahora es una sonrisa y un montón de palabras brotando. Gente en sus vehiculos adornando el paisaje, luces que dibujan siluetas sobre las paredes, y ya no existe más que su mirada y la mía. Me mezclo con todo lo existente, escribo silencios finitos, y por fortuna mi mano logra sacarme del ensimismamiento. Se agita compulsivamente, pero ella no parece notarlo. Comienza a soltar palabras del vacío, intenta acercarse a su compañera, desea palpar aquella superficie que repleta aquella sonrisa. Permanezco, suelto más palabras y apaciguo la sed que mis miembros comunican...
Cierro los ojos, aguardo el instante. Mantengo la calma, por más dificil que sea. El ímpetu por comunicar amenaza con sacarme de mis casillas, asi que opto por dejar de expresar. En el silencio, espero, podré moverme sin importar lo tarde que las huellas vuelvan a dibujar sobre el destino...
Observo mi reflejo, al parecer respondo bien ante el estímulo. Hace dias que la incertidumbre de mi mirada no hace más que repletarme de dudas, que me esmero en resolver mirando más allá de la apariencias. La sola idea de una revolución me llena de energias para salir y caminar. Deambulo entre matices y sombras, diseccionando las rutas de mis contrarios, encontrando así la única dirección. Despejo mi conciencia de pensamientos repetitivos, penetro el ahora y encuentro
un nombre, una puerta: el consecutivo efecto de la pulsación creativa. La distancia pasa a ser cosa de niños, desaparece ante el evidente goce que mi Espiritu comunica al Universo. Mis pasos desaparecen, floto sobre la dicha de encontrar no más que la esencia de esta emoción: la certeza de la realidad, jugadora experta en roces sin explicación...
Sigo observando, ya no es lo que solía. La diapositiva cambia, ahora es una sonrisa y un montón de palabras brotando. Gente en sus vehiculos adornando el paisaje, luces que dibujan siluetas sobre las paredes, y ya no existe más que su mirada y la mía. Me mezclo con todo lo existente, escribo silencios finitos, y por fortuna mi mano logra sacarme del ensimismamiento. Se agita compulsivamente, pero ella no parece notarlo. Comienza a soltar palabras del vacío, intenta acercarse a su compañera, desea palpar aquella superficie que repleta aquella sonrisa. Permanezco, suelto más palabras y apaciguo la sed que mis miembros comunican...
Cierro los ojos, aguardo el instante. Mantengo la calma, por más dificil que sea. El ímpetu por comunicar amenaza con sacarme de mis casillas, asi que opto por dejar de expresar. En el silencio, espero, podré moverme sin importar lo tarde que las huellas vuelvan a dibujar sobre el destino...