jueves, 6 de diciembre de 2007

Suponiente

Se supone que estás mascando un chicle sabor sandía sobre una pera, y ellos ahí, intentando no explotar. Tú nunca quisiste ser parte de esto, pero lamentablemente así terminan siendo las cosas después de una noche como aquella, porque guau, de verdad que fue impresionante, no lo puedes negar.
Se supone que deberías intentar hacer algo, no sé, intentar callarlos, mete ruido, dí algo estúpido...

-¿Alguien quiere café?

Nunca pensé que fueras a reaccionar así, en serio. Nunca quise hacerte parte de esto, ellos ahí intentando arreglarlo todo, y tú… Se supone que estás mascando un chicle sabor sandía sobre una pera, recostada con la mirada pegada en el cadáver de ese que nunca su sabor te gustó. Sonríes y observas, se supone que es cierto, que todo debe ser así. Callas y observas, te transformas y te quedas, comienzan…


-¿Porqué?
-¿Porqué qué?
-¿Porqué aún no me besas?
-No creo que sea conveniente…
-¿Qué es? ¿Es mi mirada infantil? ¿Mi manera de reír? ¿Mis ganas de escribir?
-No, no es eso… Es que…
-Porque si es así de verdad que seria una pena enorme…



Ahí se asoma él, silencioso y cauto. Evita todo contacto con sus miradas, parece mezclarse con la neblina. Contempla dubitativo, no cree que exista solución evidente. Habrá que ir más allá, aceptando que el control total no está en él, sino que en mí. Y se siente bien.

-No me mires con esos ojos, de verdad… Me dan ganas de…
-¿De qué?
-De recorrer con mi lengua…
-¿Si?
-Cada…
-Oh…
-Centímetro
-Uhh…
-De…
-¡No!
-Tú…
-¡Por favor!

Sé leer, solidario creo ser. Ahí viene el otro, intenta causar la misma impresión que aquel que ostentó el ser sin estar. No siente que yo sea el problema, sino que lo que va más allá de mí, lo que me rodea. Y tú no tienes idea, dejas de pensar, mente en blanco y ahí está, comienzas a creer que sabes y entiendes lo que de verdad pasa. Y te aseguro que no, solidario sé que creo ser, ostento el crear y tú te vanaglorias del libre pensar, libre sentir, ser sin estar… Vuelves a observar, mascar y mascar, mirar y esconder, creer y permanecer…

-¿Qué crees que pase cuando te mueras?
-Nada, que va a pasar…
-¿Por qué dices eso?
-¿Pasó algo cuando se murió ella?
-No sé, creo que al gato de la Pituto le vino un bicho estomacal.
-Uf…
-De verdad, me contó hace como…
-Argh, no te hablo de eso… Sino de ti, de lo que pasa contigo...
Se supone que no te interesa nada de esto, ni siquiera tendrías que estar pegada mirando como las palabras se deslizan sobre la superficie. O él, menos él, el que cree que la neblina pudo ocultar su asombro al darse cuenta que no dependía de él sino de mí, y se siente bien. Ellas nunca supieron, es verdad. Se supone que callaron, murieron, vivieron felices y comieron chicle sobre una pera, intentando no arrancar, enfrentando la verdad. Tú crees que estás, pero ya te vas y ni idea tienes que es así, aunque el espacio debajo te enseñe que todo llega a su fin, y vuelve a comenzar.


Se supone que estás mascando un chicle sabor sandía sobre una pera, y ellas ahí, intentando no revelar nada. Parece que todo debe de ser verdad, asi lo dicen, asi lo lees, y quizás también es una farsa, una ilusión, la visión de algo que no está sin saber. Disculpa, de verdad, nunca quise confundirte así, tomarte y dejarte, azotarte y sentirte. Lo siento, a ellas nunca les importó, se supone que ya no estás.

1 comentario:

Death dijo...

Ahora me ha dado por leer todos tus textos comenzando desde abajo. Es tú culpa, por ser tan algebraicamente completo.

Un abrazo.